Brandon Solis
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05 Dec
05Dec

 El diputado David Segura, la emprendió contra Armando González, exdirector de La Nación.


Luego de la renuncia de la mayoría de la Junta Directiva de La Nación, el día  miércoles se sumó la del director del medio Armando González y la del jefe de redacción, Armando Mayorga.

Segura comentó que “los mentirosos del periódico La Nación siguen cayendo, y estoy seguro de que este periodista será recordado como uno de los peores de la historia de Costa Rica. Su obsesión contra Fabricio Alvarado era tan evidente que no sé si estaba enamorado de Carlos Alvarado o si su odio visceral hacia los conservadores simplemente lo cegó por completo”.


“Armando González es un ejemplo claro de cómo el periodismo puede degradarse hasta convertirse en pura propaganda. No dudó en arrastrar el prestigio de su medio para operar como un político disfrazado de reportero. Su obsesión enfermiza con Fabricio Alvarado lo llevó a cruzar todos los límites de la ética profesional”


Según el diputado “no buscaba informar, sino destruir. No analizaba, manipulaba. Cada palabra que escribía estaba cargada de odio hacia el sector cristiano y los valores conservadores que representan a millones de costarricenses”.


“¿Qué lo motivaba? ¿Dinero? ¿Odio? ¿Ideología? ¿Todas las anteriores? No lo sabemos. Pero su línea editorial no era periodismo; era un panfleto lleno de veneno, más digno de un activista resentido que de un verdadero profesional de la comunicación. Este periodista se ha convertido en el símbolo de una prensa que perdió el rumbo, el respeto y la objetividad”

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El legislador recalcó que “fueron decenas de portadas y artículos dirigidos a atacar a Fabricio Alvarado cada vez que en Casa Presidencial cometían un error. En lugar de investigar y exponer la verdad, se dedicaban a desviar la atención y a fabricar narrativas que hoy se desmoronan frente a la realidad”.


“Pero los molinos de Dios muelen lento, aunque muy fino. Al final, lo único que lograron con sus ataques fue ganarse el repudio de la mayoría de los costarricenses. Fabricio Alvarado sigue de pie, representando los valores y principios de una Costa Rica que exige un periodismo digno, no a personajes como este” finalizó 


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